lunes, 30 de mayo de 2011

No a la discriminación, tema de marcha del orgullo gay

29 de Mayo de 2011     Periódico Síntesis de Puebla
 Una bandera de seis colores se pintó a lo largo de la Avenida Juárez y se extendió hasta el zócalo capitalino con la “marcha por el orgullo, la dignidad y diversidad sexual” donde participaron más de tres mil personas que luchan a diario por evitar la discriminación hacia la comunidad lésbico-gay.
Rojo, naranja, verde, amarillo, azul y morado, colores que conforman la bandera que se vio ondear; así como vestidos de noche y trajes exuberantes, y no faltaron las vestimentas “con poca tela” que mostraban los atributos de algunos de los que participaron.
Desde el mediodía, la esquina de la 25 Poniente y avenida Juárez fue el punto al que arribaron lesbianas, homosexuales y transexuales, mismos que lucían vestimentas coloridas y hasta exóticas; todos ellos tenían una sola intención: exigir que las autoridades reglamenten la Ley Estatal contra la Discriminación y que se atiendan los casos de homicidios homofóbicos.
Las edades ahí no importaron, pues se veían desde adolescentes hasta personas maduras, ya que el objetivo era que la sociedad en general se dé cuenta de que no son cien ni mil las personas con diversidad sexual, sino que suman una gran cantidad y que día a día incrementan con la famosa “salida del closet”.
Cerca de la una de la tarde, los carros alegóricos estaban listos para salir pues ya sumaban más de tres mil las personas que esperaban ahí, mientras tanto el coordinador del Comité Orgullo Poblano, Noam Vázquez Chávez, aprovechó para dar a conocer la principal preocupación que tiene la comunidad de diversidad sexual; los asesinatos por odio a este sector social.
“En dos meses nos hemos dado cuenta y tenemos la contabilidad que han sido cinco compañeros los que han sido brutalmente asesinados sólo por tener diferentes tendencias sexuales, queremos que se castigue a los que hacen esto, porque las autoridades a final de cuentas sólo dicen que son crímenes pasionales y no es verdad”, puntualizó.
Asimismo, mientras la caravana se integraba y algunos lucían unos vestidos de gala con colores vivos y de alegría, Vázquez Chávez manifestó que este sector social parece que no existe para las autoridades y para los que “tienen el poder” pues no hay cifras de nada que tenga relación con su vida y sus problemáticas.
Durante todo el recorrido unos caminaron, otros más iban en los “Turibús” y los demás en los techos de los carros y camionetas, las consignas no se esperaron  y entre ellas se escuchó “derechos iguales para todos”, o bien “la homosexualidad no es un crimen, la pederastia sí”.
La actitud de la comunidad fue de apoyo hacia este sector, pues todos se formaron para ver pasar la caravana y no faltaron los celulares que grabaron el desfile, mientras los participantes arrojaban collares, pulseras, condones y volantes.
Desde los balcones se asomaba la gente y agitaban la mano en muestra de saludo hacia el contingente, pareciera por un momento que la discriminación “no existía”; pero unos que otros conductores subían sus vidrios con tal de no ver o escuchar lo que piden, que es respeto a su libertad de género.
Ahí, al final de la marcha que duró más de dos horas, en el zócalo se hizo un mitin político en el cual se externaron las peticiones, así como la necesidad de garantizar bienestar social, pues a decir de Diana Sánchez Barrios, quien es comisionada de la Diversidad Sexual a nivel nacionaldel PRD, las soluciones a sus problemáticas son impostergables, dado la situación de odio en su contra.

Asimismo señaló que se necesitan políticas públicas para mejorar su calidad de vida, su condición laboral e incluso sus garantías individuales; además de que indicó las leyes de convivencia son importantes pues es un derecho de todo ser humano, de estar con el ser que se quiere.
En tanto, al tema de la postura de la iglesia católica, precisó que respetan a la religión católica pues más el 80 por ciento de la población la profesa; sin embargo su inconformidad es contra las personas que se escudan bajo una vestimenta para descalificar la vida de los demás.

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