Diario Imagen de Veracruz
La sociedad veracruzana, a pesar de tener presente el tema de la sexualidad en sus usos y costumbres, sigue siendo profundamente conservadora. Personas con distintas preferencias sexuales siguen “agazapadas” ante el miedo de enfrentar la homofobia de la entidad. En cambio la Ciudad de México ha vencido ese tabú, pues más allá de la Zona Rosa , es aceptable que dos personas del mismo sexo se expresen muestras de cariño, coincidieron investigadoras del Ciesas-Golfo y UNAM.
María Elena Olivera, de la Universidad Nacional Autónoma de México, mencionó que en el Distrito Federal se han conseguido algunos espacios donde no es mal visto que una pareja del mismo sexo pase besándose, algo que se reforzó con la aprobación de los matrimonios entre éstos, pues “de alguna manera nos volvimos también legales”.
Si bien en la llamada ciudad más grande del mundo ya había espacios para personas con distintas preferencias sexuales, como la zona rosa, donde a nadie le parece extraño ver a dos hombres abrazándose y besándose, actualmente se ha extendido incluso a Ciudad Universitaria.
“En Ciudad Universitaria cualquiera puede pasar por ahí y va haber parejas indistintamente entre hombres, mujeres, heterosexuales. Creo que vamos ganando espacios, vamos haciéndonos visibles y vamos dándonos a conocer, y la gente va perdiendo miedo porque va dándose cuenta que no somos diferentes”, detalló.
En cambio, Patricia Ponce, del Ciesas-Golfo, consideró que la sociedad veracruzana, a pesar de que juega con la sexualidad en los versos, canciones y chistes, “somos profundamente conservadores; la sexualidad sigue siendo un tabú y el respeto por la diversidad sexual es muy grave todavía”.
Resaltó que este problema se debe trabajar entre los jóvenes para sensibilizarlos, toda vez que “un montón de personas están agazapadas ante el miedo de enfrentar a la homofobia”.
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