lunes, 23 de mayo de 2011

Garantías para ejercer derecho a una vida sin discriminación: RNJCDD


Periódico La Red del Sureste
Integrantes de la Red Nacional de Jóvenes Católicos por el Derecho a Decidir hizo un llamado al congreso local para que elaboren y promulguen leyes en defensa de los derechos de la diversidad sexual
Redacción
En el marco del Día Internacional contra la Discriminación y la homofobia, integrantes de la Red Nacional de Jóvenes Católicos por el Derecho a Decidir hizo un llamado al congreso local para que elaboren y promulguen leyes en defensa de los derechos de la diversidad sexual. Mediante un acto teatral en las escaleras del recinto legislativo, un joven gay con un antifaz en los ojos, otro disfrazado de obispo y una muchacha con un letrero de “diputada”, escenificaron la discriminación y la homofobia de la que es victima la población de preferencias sexuales distintas.
Aceptar mi homosexualidad no fue nada sencillo, narró el del antifaz, a los 15 años, la palabra homosexual se convirtió en mi pesadilla; lo de la sexualidad me había parecido un tema secundario, nunca le di importancia, pero cuando entré a la preparatoria todo cambió. Me hice novio de una chica de mi grupo a la que creía amar, ahora sé que la presión social-familiar me hizo colocar esa idea en mi cabeza, pero no tarde en enamorarme de su mejor amigo, otro chico de mi salón y él revolucionó mi mente, mi vida y mis sentimientos. Me negaba a aceptar todo lo que sentía pues hicieron estragos en mi las ideas que mi abuela paterna, una católica conservadora que, cuando era niño acostumbra a leernos a mi hermano y ami, pasajes de la Biblia, particularmente el de “Sodoma y Gomorra”.
Mi madre creció en una familia de ideas tradicionales y cerradas y mi padre un hombre alcohólico, violento, soberbio y machista lograron conmigo construir una personalidad endeble, frágil insegura, “llegue a odiar mi vida, por las noches me preguntaba por qué a mi me había tocado ser homosexual, quería ser como mi hermano, un chico deportista, carismático y sobre todo “normal por ser heterosexual”. Me acostumbre a refugiarme en mi soledad, a encerrarme la mayor parte del día en mi recámara para no estar en contacto con más personas; el chico que adoraba seguía presente, me sentía el ser más solo del mundo. Un día no resistí y le grité a mi madre que estaba enamorado de ese chico, ella me dijo cosas terribles, me negó como hijo y se lo dijo a mi padre, quien como era de esperarse también me rechazó y dijo que no podía aceptar un hijo “maricón”. Me sacaron de la escuela para evitar cualquier contacto con “él chico” mi madre me mandó con una psicóloga y el cura de la familia, la psicóloga me dio todo su apoyo, me motivó y se convirtió en una de mis mejores amigas y el cura resultó ser una clérigo muy abierto y me habló de un movimiento llamado “Teología de la liberación” Por último el joven del antifaz, agradeció a los amigos que lo apoyaron y a la Red Nacional de Católicos por el Derecho a Decidir.
Acto seguido, quien se disfrazó de representante de la Iglesia Católica, colocó en el cuello del gay, una cadena con los nominativos homofóbicos con los que la sociedad llama a los homosexuales – maricón, mayate, mariposón, p…, niña, entre otros- como una práctica generalizada provocada por los representantes de la Iglesia Católica con su actitud discriminatoria hacía este grupo poblacional. Finalmente, es la “diputada”, la que quita la cadena al joven homosexual. Por su parte, Adiel Ramos Zamudio, representante estatal de la RNJCDD en la lectura del comunicado que leyó frente a la Cámara de Diputados, dijo que la comunidad de la diversidad sexual, se sigue enfrentando a la discriminación en el ámbito laboral, académico, político, religioso, de salud y de seguridad. Ejemplo de ello, dijo, son los obstáculos que existen para que las parejas del mismo sexo puedan ejercer su derecho a contar con seguridad social, así como para obtener una identidad jurídica para transexuales y transgéneros. “Es lamentable que en pleno siglo XXI, sigamos enfrentando en México un clima de intolerancia y falta de respeto a los derechos de los homosexuales mediante el estigma y la discriminación, provocando una homofobia a las expresiones de la diversidad sexua  y en el peor de los casos, asesinatos”. En este contexto la RNJCDD, lamenta que, a casi un año de que el gobierno federal promulgara el 17 de mayo como Día de la Tolerancia y el Respeto a las Preferencias, los crímenes de odio por homofobia “siguen tiñendo de rojo el arcoiris de la diversidad sexual” en todo el país, dijo. Entre otras cosas, porque en dicha promulgación presidencial (que evitó mencionar la palabra homofobia en el título), no se plantearon acciones de gobierno contundentes para mitigar la homofobia criminal en México. Desafortunadamente seguimos siendo testigos de lamentables crímenes de odio como los sucedidos recientemente en Guerrero y Puebla, donde compañeros activistas y defensores de derechos humanos fueron asesinados. Exigimos al Estado Mexicano y a sus instituciones, que garanticen el derecho de todas las personas a una vida libre de violencia y discriminación por causas de género y orientación sexual, así como la justicia pronta y expedita para el inmediato esclarecimiento de estos crímenes y la aplicación de la ley para dar castigo a los culpables, agregó. 

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