miércoles, 8 de junio de 2011

Lo gay en Jalisco está bien padre

Salivita, Ricardo Salazar MILENIO JALISCO
La Marcha de la Diversidad Sexual que tendrá lugar este sábado por las calles de Guadalajara, vuelve obligada la pregunta de ¿cómo se encuentra hoy lo gay en Jalisco?
Por principio de cuentas, debe admitirse que aquí no existe una comunidad gay como tal. Salir a un antro a tomar y bailar, ver a los cuates en un café gay, acudir a cibers y otros lugares de ligue, e incluso comprar el traje de baño en una tienda orientada para gays, no hace comunidad. Es un paso, importante sin duda, pero no hace comunidad. Muchos de esos que se encuentran con gran gusto en el antro el fin de semana, no hacen nada de lunes a viernes para favorecerlos o apoyarlos o acompañarlos. Si, en general, en Guadalajara, no hay un sentido de ciudadanía, en lo gay, mucho menos.
A pesar de ser un grupo permanentemente golpeado por lastres como la discriminación y la violencia cotidiana, de todo tipo, parece que las agresiones no han sido lo suficientemente fuertes como para despertar el sentido de solidaridad y lucha, en todos los homosexuales de la ciudad. Hoy, los que tienen en su agenda personal el impulsar las reformas a la ley, que el sector necesita y hacen algo para lograrlo, no pasan de cien. Al resto del 20 por ciento de la población en el estado, que vive en la diversidad, le vale pito si los diputados discuten o aprueban cosas como que se puedan casar, que puedan heredarle a su pareja su casa, que le puedan dar seguro social a su amorcito, que su amado pueda decidir en el hospital si lo operan, o si deciden “blindar a la familia” para que ninguna de estas cosas suceda.
Eso significa que al menos un millón 399 mil personas, que en Jalisco tienen relaciones sexuales o afectivas con personas de su mismo sexo consideran que está bien padre la situación que lo gay vive en la entidad.
Está bien padre que maten a homosexuales sólo por el hecho de ser putos y que las procuradurías ni investiguen porque se trata de crímenes pasionales; está bien padre que ni denuncien cuando los golpean porque eso no es de machos; está bien padre que los policías detengan a personas del mismo sexo que se besan en la calle por faltas a la moral.
Está bien padre que la familia que corrió de su casa a un gay se quede con sus propiedades cuando éste muera y eche a la calle a su pareja porque es jotito; esta bien padre que paguemos los mismos impuestos que los que reciben beneficios del estado para sus hijos y esposa, aunque no tengamos esa posibilidad; está bien padre que un chico no tenga acceso a la atención médica, aunque su pareja trabaje y tenga seguro social; está bien padre que no se le de un crédito conjunto, como pareja a dos seres del mismo sexo que han decidido compartir su amor y patrimonio.
Está bien padre que los gays mueran de sida porque nunca supieron que tenían derecho a recibir medicamentos contra el VIH sin ningún costo; está bien padre que se contagien porque no tienen a la mano un lugar donde conseguir un condón gratuito; está bien padre que lleguen tarde a recibir atención médica porque no saben dónde aplicarse una prueba rápida de VIH gratis.
Está bien padre que tengan sexo en lugares clandestinos porque tienen miedo a aceptar que le gusta lo que les encanta; está bien padre que gays se casen con mujeres sólo para no tener que soportar el rechazo de su familia; está bien padre que a muchos se les desherede por ser maricones; está bien padre que se les corra de su casa por amanerados; está bien padre que se burlen de ellos en las escuela por lo mismo, y que los maestros y directores no hagan nada para evitarlo.
Está bien padre porque nada de esto me va a pasar a mí y porque me puedo seguir poniendo pedo en el antro los fines de semana mientras bailo canciones de Lady Gaga o Jenni Rivera. Está bien padre porque yo puedo seguir viendo pelis gays los martes en la videosala y mientras puedo seguir viendo Glee por internet. Está padre porque en lugar de pagarle seguro social a mi pareja, puedo seguir comprando ropa cute en lugares di-vi-nos. Está bien padre porque como dice el gobernador, aquí no se apagan los semáforos ni salen baches cuando pasan los homosexuales.
Pues no, no está padre, y es inexplicable que si todos los días pasan cosas como estas, sigamos haciendo como que nada sucede y seamos incapaces de dejar el individualismo para volvernos una verdadera comunidad que exige y lucha por sus derechos, y vela por los suyos.
Y no es que esté mal eso de divertirse en el antro y andar al último grito de la moda con el peinadazo; para muchos esa es la única terapia a las broncas de la semana en la casa y en la chamba y en la escuela, por lo tanto es una necesidad. Sin embargo, ignorar que mi realidad tiene que ver con la de los demás y que mi tragedia personal puede ser menor si la vivo en comunidad con los soportes necesarios y un piso mínimo de respaldo, lo que incluye protección de la ley, eso sí que está del nabisimo.
No se trata de volverse un activista amargado y no disfrutar de la parte festiva que es hoy lo gay en Guadalajara, si no de tomar conciencia de que si yo hago pequeñas cosas para evitar que todas situaciones se sigan repitiendo y me sumo a otros que hacen pequeñas cosas, se vuelve una acción colectiva que sí puede cambiar la realidad y entonces no habrá necesidad de evadirla en el antro porque ahora sí estará bien padre.
Grava
El cambio de nombre en Milenio Jalisco nos trajo aires nuevos de entusiasmo y nos hizo recordar el placer de hacer lo que a uno le gusta (y además nos pagan). También nos trajo de regreso la idea de hacer un diario disfrutable. Enhorabuena.

No hay comentarios:

Publicar un comentario