miércoles, 1 de junio de 2011

En la diversidad sexual

PERIODICO AM DE GUANAJUATO
VERÓNICA PALOMO MARTÍNEZ
En la diversidad sexual, ¿la educación y salud sexual tienen diferencias?
Al hablar de diversidad sexual, generalmente se hacen muchas diferencias y se marcan límites muy claros en el afán de “no mezclar” las cosas y definir claramente la posición de cada quien.
Esto es comprensible, ya que en nuestro medio, el respeto a la diferencia es un valor que no existe, más bien se nos ha enseñado a reconocer muy bien los contrastes, marcarlos y hacerlos notar principalmente con etiquetas además de distinguir territorios, de aquí que existan clases sociales tan marcadas, por ejemplo.
Una de las situaciones que conlleva mucho esta división es la educación en sexualidad cuando de diversidad se habla, por ello, se cree que hay educación sexual para personas heterosexuales y otra para personas homosexuales, bisexuales, transgénero y transexuales. Debido a que se considera que “no es lo mismo” y hay cosas que algunas personas no tienen para qué saber por qué no checa con ellas.
Esto es en verdad un error, ya que hay que considerar que todas las personas, somos eso, personas y ello nos hace vulnerables a cualquier tipo de enfermedad, riesgos o problemas de salud, independientemente de la preferencia genérica que se tenga.
Esta falsa creencia se deriva de la idea que se tiene sobre las prácticas sexuales que cada grupo realiza, por así llamarlo, ya que se piensa que hay actividades que no hacen unas personas y por ello se consideran libres de los riesgos que implican.
Sin embargo, es importante reconocer que la expresión de la sexualidad tiene muchas formas y es por eso que se ha hecho una clasificación muy extensa de las diferentes actividades que gustan a las personas y se les ha dado nombre, son las llamadas “Expresiones Comportamentales de la Sexualidad”, las cuales hacen referencia y describen las prácticas que el ser humano realiza en el terreno sexual más no distinguen la preferencia genérica de quienes las practican debido a que al realizar la investigación de donde derivó toda esta clasificación se encontró que ese punto no hacia diferencia, independientemente de dicha preferencia, gustan de realizar cualquier expresión en la intimidad de su relación.
La realidad es que cualquier infección se contagia por diversas vías y prácticas y todos los microorganismos que causan patologías pueden ser transmitidos a todas las personas; el hecho de ser mujer conlleva el riesgo de cáncer de mama, de útero y se requiere realizar exámenes regulares como el papanicolau, exploración mamaria y mastografía. El ser hombre implica riesgo de cáncer de próstata, hiperplasia prostática benigna y la necesidad de realizarse exámenes de detección oportuna; y cualquier tipo de padecimiento que pueda afectar los órganos sexuales pélvicos internos y externos, así como cualquier tipo de situación que afecte la salud en general.
Dicho de otro modo, todos necesitamos saber los cuidados básicos de salud y las afecciones más frecuentes tanto de hombres como de mujeres, ya que siempre vamos a convivir con personas de ambos sexos y al tener contactos sexuales, corremos todos los riesgos, ahora bien, cuando se trata de cierta preferencia genérica, las cosas se amplían y es necesario decir que, por ejemplo, si un hombre decide inyectarse hormonas femeninas necesita aprender los cuidados preventivos femeninos que derivan de la presencia de ellas en su cuerpo pero no puede descuidar los cuidados masculinos porque sigue teniendo hormonas masculinas en su cuerpo, de igual manera si hay una cirugía u otras situaciones que modifiquen su naturaleza corporal.
Es decir, no importa la preferencia genérica, todas las personas somos vulnerables a vivir situaciones de salud de todo tipo y es necesario que estemos enteradas de los riesgos que existen.
Hay que ser consciente de que las diferencias que hay las marcamos los seres humanos, nosotros etiquetamos los riesgos y problemas de salud como propios de ciertos grupos, mientras que los microorganismo y las afecciones que hay en el cuerpo, no las conocen ni les importan dichas diferencias, nos afectan a todos por igual.
De aquí la importancia de estar enterados e informados a nivel general, de cuidar nuestra salud sin hacer diferencias ni creernos libres de riesgos, con lo que podremos ampliar nuestra cultura de la prevención y ser una población con menos riesgos.
Es necesario aceptar que todo nos puede suceder a todos y prevenir para después no lamentarse; fomentar el respeto a la diferencia, lo cual no quiere decir que haya una aceptación absoluta a todo pero si un trato digno y cortés para la diversidad que existe y de la que formamos parte. Para con ello, aceptar la educación sexual de buena manera y practicar la salud sexual necesaria para el bienestar general.
Verónica Palomo Martínez.
Medicina General (U.A.G.).
Sexología Educativa / Sexología Clínica o Sexoterapia / Sensibilización y Manejo de Grupos. (I.M.E.S.E.X.).

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