Por: SNI Movimientos Sociales, Portada jul 3, 2011 —Relato sobre la vida de un transexual INTERACCION.COM.MX GUERRERO
Alondra García Lucatero
Diana Sánchez Barrios cruza las piernas lentamente, con coqueteo, segura. No tendría nada de raro, si Diana siempre se hubiera llamado así y sus curvas fueran naturales.
La chica es comisionada de la diversidad sexual del Partido de la Revolución Democrática (PRD). Desfiló el pasado viernes en la marcha del orgullo lésbico, gay.
Accedió a contar su vida.
¿En qué momento te das cuenta que eres diferente?
Cuando tú te das cuenta que tienes otro tipo de orientación es a una edad en la que empiezas a diferenciar lo masculino de lo femenino, desde ese momento te das cuenta que tu mentalidad, tu cerebro, tu mente, su sentir, tu pensar, todo está en un cuerpo equivocado. Es ahí que descubres que está pasando algo raro en ti, que está sucediendo algo extraño, que cuando tú lo quieres florecer y eres reprimida entonces es cuando tienes que hacer las cosas a escondidas.
¿A qué edad te llegó ese momento de autodescubrimiento?
Desde que tengo uso razón, yo te puedo hablar que fue entre mis 5, 6 o 7 años, que más o menos me acuerdo de algunas cosas. Me ponía las zapatillas de mi mamá, me ponía sus cosas. Recuerdo muy bien cuando mi familia, mi padre y mi madre me decían “eso no lo debes de hacer tú, eres un niñito”. Me lo decían sin agresión, me lo platicaban, pero yo no lo entendía, yo no me sentía a gusto con lo que ellos me querían imponer, yo siempre desde chica agarraba las cosas de mis hermanas. Esta orientación la traes desde que naces, y no lo digo yo, la misma ciencia ha avanzado tanto que ya lo dicen, que desde que estamos en el vientre de la madre empieza todo esto.
Entonces… tú no te volviste gay, desde un principio supiste que eras una mujer, desde que eras un niño muy pequeño…
Así es, si esto fuera una decisión te aseguro que yo no hubiera preferido ser una mujer transexual, porque me hubiera evitado todo el sufrimiento que he pasado en todas las etapas de mi vida. Las mujeres transexuales no tenemos el derecho a la salud, no tenemos el derecho al reconocimiento, ahorita en el Distrito Federal sí, pero en todos los demás estados no tenemos derechos absolutamente a nada. Tú vas a pedir un trabajo como persona transgénero, transexual, e inmediatamente te azotan las puertas.
La escuela, el primer enfrentamiento
Mencionas que desde que eras niño te das cuenta que eres diferente, ¿Cómo te fue en la escuela?
En la escuela fue muy duro, los niños te ponen apodos, empiezan las burlas. Como mi orientación es estar en el género femenino, desde pequeña siempre mis amistades eran niñas y compartíamos que el brillito, que la estrellita, que el gel con brillo. La burla y la discriminación que yo viví, la violencia que viví en las escuelas, tanto en primaria, secundaria y preparatoria, fue tremenda, fue brutal. Cada vez que entrabamos de nuevo a la escuela, cuando iniciaba el curso, era aterrador para mí, yo decía: Dios mío, otra vez tengo que enfrentarme a todo esto.
¿En qué momento de tu escolaridad sufres la mayor presión por parte de los demás?
Yo creo que fue en la secundaria, pero se vive la violencia desde la primaria. No puedes comparar, la violencia la vives en tu edad y en tu etapa, y en esos momentos es tan dura la violencia que solo piensas: esto es lo peor que me puede suceder, pero cuando entras a la secundaria dices lo mismo. La violencia sigue, tanto en la primaria al nivel de la edad de los chamacos, y en la secundaria, al nivel de la edad de todos estos jovencitos.
El cambio físico, tomando las riendas de su vida
¿En qué momento te reconoces como mujer y decides vestirte como tal, y sales al mundo a demostrarles quién eres realmente?
Yo empecé a hormonizarme desde los 14 años, a esa edad decidí tomar las riendas de mi vida, enfrentarme a mi familia, decirles con mis palabras y mi poca experiencia que tenía en ese tiempo, quién era yo y qué era lo que yo deseaba. Mis padres en su momento no lo entendieron, tuve que salir de mi casa muy chica, me fui a vivir a la casa de un amigo mío. Viví cosas muy fuertes, cosas inimaginables, cosas que la gente no se imagina cuando uno no tiene el apoyo de sus padres. Por tener la figura femenina sufrimos doble discriminación, porque vivimos en un país machista.
Tu cuerpo es muy bonito, muy femenino.¿Este cambio físico es debido a las hormonas que comenzaste a tomar desde los 14 años?
“Sí, y es muy peligroso. Yo soy afortunada ante eso, porque muchas amigas mías por hormonizarse, por recomendación de boca a boca ya se han muerto de cáncer de próstata, por no tener una adecuada hormonización en el cuerpo. Por ejemplo, yo te digo “tómate la Perlutal ”, y llega otra y te dice “tómate la Patector Rosa ”, todo lo que hay de hormonas. Te da un cáncer de próstata, un hígado graso, te lastimas los riñones”.
¿No reciben asesoría profesional al respecto?
No, no tenemos el derecho, no tenemos ese reconocimiento, más que cuando hay lana vas con un doctor, sólo entonces, y no están plenamente especializados para saber tratar una persona transexual.
¿Tu familia, de momento te da la espalda, cómo sales adelante?
Me metí a trabajar en algunos restaurantes lavando trastes, vendí en el comercio en la vía pública, fui subsistiendo como iba podiendo. Yo estaba muy chica, fue entre los 14-15 años. Fue mi momento, yo dije: es momento de llevar mi vida como yo la quiero vivir, no quiero llevar una vida frustrada, no quiero vivir toda la vida escondida y sufriendo. Si existe Dios, yo creo que él nos mandó a esta vida a ser felices, a llenarnos de felicidad plena, de hechos, de sentirte a gusto con tu persona, con tu cuerpo, porque en tu cuerpo decides tú, en tu mente decides tú, en tu corazón decides tú.
Hay un amigo que te apoya en este proceso de transición, ¿quién es?
El amigo que me apoyó es gay, hasta la actualidad sigue siendo gay. Él me apoyó, me dio una recámara en su departamento, yo era más chica que él, me cuidaba. Lo conocí de toda la vida porque en la primaria íbamos juntos. También él sufrió mucha violencia por esta situación, compartíamos esa situación, por eso él me apoyó muy bien. En ese momento yo salí de mi casa formé mi familia con la comunidad LGBTTI. Él se convirtió en mi padre, su pareja se convirtió en mi madre y sus amigos eran mis tíos, eran mis primos, porque yo era muy chica. Cuando yo no tuve ya a mi familia biológica formé mi familia de la comunidad LGBTTI, que fue como una hermandad.
¿Y los amigos que tenías antes de eso?
Ya a muchos no los sigo viendo, pero los amigos que tuve desde la infancia siguen siendo mis amigos, muy amigos, me quieren, los quiero. Muchos de ellos trabajan para mí, trabajan en mi empresa.
Aceptación familiar
¿En qué momento te reconcilias con tus padres?
Cuando tenía yo como 19 años, mis padres me buscaron desesperados, me apoyaron. Fue tan importante su apoyo que pude regresar a la escuela. Me seguí preparando, empecé a tener negocios, me convertí en una mujer empresaria. Todo fue por ese apoyo de mis padres, porque si yo no hubiera tenido el apoyo de mi familia, el dónde llegar a dormir, el dónde llegar a comer, el que me ayudaran económicamente para mi escuela, el que me ayudaran económicamente para poner mi primer negocio, yo creo que a estas alturas estaría ejerciendo el trabajo sexual, porque no tendría otro camino, como todas mis compañeras que son golpeadas, que las corren de sus casas, que las maltratan, que las violan, que sufren cosas terribles. Yo no te platico esto porque quiera que nos vean como las víctimas, no queremos hacernos las víctimas, exigimos un derecho como seres humanos y como ciudadanas mexicanas nos pertenece.
Triunfo Profesional
¿De qué es tu empresa?
No es una empresa, es una organización que defiende todo el tema de derechos humanos, una asociación civil. Defendemos también al comercio de la vía pública, propiciando que los conviertan en micro empresarios. Gestionamos vivienda por medio del Instituto de Vivienda en el Distrito Federal. Es una organización muy grande”.
¿Cuáles han sido los logros de tu organización?, ¿cuál ha sido el impacto?
Mi organización ha logrado algo hermoso, darle vivienda a la gente que necesita un espacio dónde vivir. Hay familias que no contaban con una vivienda digna y entonces llego yo, como mujer transexual, y se las entrego, y la gente se sorprende y dice “¿cómo que mi líder es una mujer transexual?”. Es magnífico que seas una mujer transexual y que puedas mover a dos mil gentes con facilidad, y que sepas tener estrategias, y que sepas cómo conducir tu organización, es sorprendente. Mi satisfacción más grande es cuando yo le entrego las llaves de su casa a mis agremiados.
¿Cuál es tu mayor orgullo?, porque obviamente para una persona gay es mucho más difícil alcanzar estos logros…
Claro y más como persona trans, es algo que no te imaginas. Cuando a mí la gente me dice “oye, ¿por qué eres así?”, yo digo que no es mi culpa, mi corazón y mi mente es lo que me piden, es con lo que me siento contenta. Si fuera opcional, me hubiera evitado el sufrimiento, lo que no te imaginas que haya pasado en mi vida, cosas tremendas…”
Discriminación
¿Cuál ha sido tu mayor trauma?
Mi mayor trauma es la discriminación brutal que viví en una escuela a la que me fui a inscribir. De plano me dijeron “o vienes vestido de hombre o simplemente no se te acepta”, me lo dijeron en el salón. Yo me aferré a ir vestida de mujer, yo decía “¿por qué?, ¿por qué me lo van a impedir?”
¿En qué nivel fue?
En la prepa. Caí en una depresión tremenda y me costó mucho trabajo salir de ella. Fue algo muy duro.
Optimismo ante todo
Y tu mayor alegría….
Mi mayor alegría fue el día que se aprobó en el Distrito Federal la Ley de Concordancia Genérica, donde ya nos ven y nos respetan, y nuestra documentación ya es de mujer. Esa fue mi mayor alegría porque yo estuve en toda esa lucha, y nunca me imaginé que se lograra.
Tu mayor sueño….
“Mi mayor sueño… en este momento quisiera que en todo el país tuviéramos esos derechos. Ese es uno de mis mayores sueños, y que las personas transgénero, transexuales y travestis tengan todo el derecho y el reconocimiento que debe de tener un ser humano”.
¿Cómo te ves a ti misma, a Diana, en un futuro?
“Yo me veo como una mujer luchadora social, yo me veo en la lucha, luchando contra toda esta discriminación. Y si en un momento ya no hay más que hacer por la comunidad LGBTTTI, me iré a buscar otro grupo vulnerable para seguir en esa lucha.
http://www.inter-accion.mx/2011/07/03/diana-historia-de-sufrimiento-y-lucha/
No hay comentarios:
Publicar un comentario